Es normal que en algún momento de nuestra vida nos demos cuenta de que nuestros estudios se ponen difíciles. Es allí donde vamos a tener que empezar a crear maneras para incentivarlos a seguir esforzándonos más.
Por eso en este artículo te vamos a contar todo acerca de qué hacer cuando empiezas a notar que tus estudios se ponen difíciles. Así que si ese es tu caso, lo mejor es que te quede hasta la parte final del artículo.
Consejos para hacer cuando los estudios se ponen difíciles
· Despejate y sal de donde estás.
Deja de aprender dónde lo estás realizando, es decir, estudias en el hogar, ve a una biblioteca y cambia de ambiente por completo. Aunque no te parezca importante, tu ámbito te puede estar influyendo negativamente.
Es bastante factible que tu mente se encuentre condicionada en aquel contexto, de esta forma que para empezar a rendir te recomiendo que cambies el lugar donde estés. Después, una vez que ya tengas un ritmo benéfico, tendrás la posibilidad de volver a aprender dónde lo hacías al inicio.
· Plantea cuáles son tus metas con tiempo y crea un temario
Inicialmente no te preocupes bastante por tu desarrollo, libérate de la presión psicológica. Para entender esto imagínate que eres un transporte, inicialmente, una vez que arrancas llevas escasa rapidez y cualquier impedimento que te encuentres puede frenar tu avance.
No obstante, una vez que ya llevas una buena rapidez, la inercia te ayudará a romper cualquier barrera.
Por esa razón, inicialmente es fundamental que te olvides de los inconvenientes que tienes y que centres tus esfuerzos solo en reducir el hábito y aprender las técnicas correctas. Esto te dará la inercia que necesitas para ir rompiendo cada una de las barreras que encuentres a tu paso.
· Mejorar la concentración
Las distracciones y la pérdida de tiempo además tienen la posibilidad de ser otras de las razones de nuestro bloqueo. En este sentido te recomiendo que uses uno de los vídeos del canal de YouTube, con una plantilla basada en el procedimiento del pomodoro.
Trata de mantener el control de tu tiempo de análisis y te marcará una vez que tienes que hacer tus descansos para que tu mente logre dormir y seguir estando centrada solo en el análisis.
· Proponer fines claros y concretos.
Plantearse algo como “hoy voy a aprender 3 horas” ¿Crees qué es un óptimo objetivo? Fines como este, o como “voy a aprender 3 temas esta semana”. Estos son fines bastante en general, y que sencillamente por como los formulamos, se transforman en fines difíciles de consumar.
Un objetivo debería plantearse de una manera bastante concreta, es decir: esta tarde voy a aprender 3 horas, y le dedicaré la era a elegir la información, a hacer un mapa de la mente y a repasar el asunto anterior. Las metas deberían ser concretas y no dejar sitio a la improvisación, esto es algo fundamental para hacer cuando los estudios se ponen difíciles.
Para esto tenemos la posibilidad de conceptualizar la era que le vamos a asignar al análisis y además las ocupaciones que realizaremos. Cuanto más descriptiva sea la finalidad, más simple va a ser de llevarla a cabo.